Impuesto 2012: lo que se puede venir en materia tributaria

Si los ciudadanos soportamos las retenciones en el Impuesto sobre las Rentas del Trabajo, bien pueden las empresas adelantar una cantidad a cuenta de sus beneficios. Con este argumento defendió la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, una medida, el anticipo del impuesto de sociedades, que las sociedades con facturación superior a los 20 millones de euros van a tener que realizar en los meses que restan del actual ejercicio.

En propias palabras de la referida funcionaria, «Los servicios se prestan a lo largo de todo el año —defendió la ministra— y si los ciudadanos están acostumbrados a contribuir con sus retenciones a ese mantenimiento, no veo exorbitante que les pidamos a las empresas un esfuerzo parecido.

¿Trabajaban los expertos tributarios en el restablecimiento de un impuesto sobre el Patrimonio? La respuesta ya se conoce, y es sí, a pesar de lo dicho alguna vez por la vicepresidenta: «Los técnicos de Hacienda nunca revelan en lo que están trabajando». Salgado admitió una vez más, no obstante, que el tributo sobre la riqueza no hubiera sido suprimido de haberse conocido por anticipado la profunda crisis que se venía encima. «El que estuvo vigente —matizó— afectaba a las clases medias y no servía para los fines deseados».

En renta 2012 y sociedades, los analisis efectuados por el gobierno determinan que  la subida exige una reforma, que el PP está estudiando en secreto. En el IRPF podrían simplificarse tramos, con retoques al alza, y parece probable que suban los impuestos al ahorro (malo, pero hay margen), del 19-21% actual al 20-23%, acercándolo al 25% que paga de beneficios una pyme. Un cambio que se puede hacer en 2012, con efectos retroactivos al 1 de enero, como ya hizo Felipe González en junio de 1992.Y en sociedades, el futuro Gobierno tendrá que quitar deducciones, como ha exigido la Comisión europea a todos los países, con lo que las empresas pagarán más impuestos (malo, pero obligado).

Más ingresos en 2012 (y quizás ya a finales de 2011, obligados por la caída de la recaudación) para mitigar los recortes y poder seguir bajando el déficit. Y para poder bajar cotizaciones y ayudar a crear empresas y empleo. Sólo así será justo que paguemos más impuestos.

Por su parte Rajoy, presidente in pectore, promete ahora no subir impuestos. Tal situación no resulta del todo creíble ni probable. Lamentablemente, se entiende que si  tendrá que hacerlo si quiere reducir más el déficit en 2012, como exigen Bruselas y los mercados. Incluso habrá que hacer retoques a finales de 2011, si como dice la Comisión Europea, vamos a superar el tope de déficit este año (en 3.000 millones) y el que viene (en otros 9.000).

Esto representaría indudablemente un ajuste adicional, que forzaría a nuevos ajustes y a buscar más ingresos, gobierne quien gobierne. Y queda todo el campo de los impuestos autonómicos y municipales, que subirán sí o sí según las diferentes fuentes y asesores económicos entiende conveniente.

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