¿Por qué una crisis en el sector inmobiliario afecta a toda la economía?

Creo que todos nos hemos hecho esta pregunta en esos días en los cuales las bolsas de todo el mundo retrocedían y las perspectivas de crecimiento se acotaban. La respuesta es que esto sucede por la bendita (o maldita) globalización financiera.

Ya hemos explicado de que se trataban las HIPOTECAS SUBPRIMES, los créditos a clientes sin solvencia otorgados bajo garantías hipotecarias en Estados Unidos. Pero no hemos explicado por que esta crisis llega al sector bancario europeo.

El tema es asi: las entidades financieras que otorgaron esas hipotecas a gente insolvente a largo plazo, emitieron deuda para asi poder prestar mayor cantidad de dinero maximizando sus ganancias a través del cobro de los intereses. Para emitir deuda a bajo costo, usaron como respaldo los créditos hipotecarios en sus carteras, transfiriendo la titularidad de los mismos a bancos de inversión, fondos comunes de capitalización y los llamados fondos buitre. ¿Como fue posible esto? Gracias a novedosos y sofisticados instrumentos financieros creados en la década de los ´90 para facilitar el tráfico de capitales en todo el mundo. La llamada Globalización Financiera.

¿Que sucedió luego? Las tasas comenzaron un ciclo alcista, pasando de un tipo menor al 1% hasta el máximo hasta hace unos meses de más del 5%. Esto hizo que se produjese un enfriamiento lógico en el nivel de los créditos por el mayor costo del dinero, produciendo a su vez una baja en la demanda de las propiedades haciendo caer el precio de las mismas.

El alza de las tasas dificultó el pago de las cuotas de las hipotecas contraídas por los clientes, aumentando el nivel de morosidad a niveles alarmantes con una perspectiva de incobrabilidad altísima. Con una situación de creciente iliquidez en el mercado, los fondos de inversión que otorgaron los préstamos a los emisores de las hipotecas, se encontraron con una calle sin salida: los bancos emisores no podían pagar sus obligaciones a raíz de la alta morosidad en sus carteras, y los títulos que respaldaban esas operaciones valían menos que los préstamos otorgados.

El precio de las casas ya no podían garantizar ni préstamos ni garantías.

Dentro de este contexto se produjo la corrida bancaria en Londres y los problemas de liquidez de bancos europeos para los fondos de inversión respaldados por esas hipotecas. La complejidad del problema y sus ramificaciones en el negocio bancario mundial produjo un efecto contagio sobre la mayoría de las economías desarrolladas.

¿Y ahora que pasará? Las bajas que la FED realizaron sobre la tasa de referencia norteamericana trajeron un poco de calma al mercado, pero no solucionan el problema principal: ¿Quién pagará las ya famosas HIPOTECAS SUBPRIME? La situación hacia el futuro, a pesar de las miradas optimistas de los analistas, es sombría. El principal peligro para la economía mundial es una espiral deflacionaria en el precio de los activos inmuebles. En el mundo económico, en voz baja se dice «las cosas se pondrán peor antes de mejorar, si mejoran«. ¿Finalizará el ciclo de crecimiento que el mundo viene disfrutando desde hace años? ¿Será el comienzo de una recesión mundial?

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