¿A quién le interesa un bono cercano al 0%?

Ya hemos rozado varias veces (aunque esta última verdaderamente cerca) una situación que no puede considerarse más que de extraña (desde el punto de vista racional de la inversión garantizada) en la que la oferta de acceso a los bonos del tesoro pudiera llegar incluso a colocarse en situación negativa, es decir, el ahorrador no sólo no recibiría ningún rendimiento sino que incluso perdería dinero. En este contexto no podemos dejar de preguntarnos realmente a quien le puede interesar un bono próximo o por debajo del 0%.

Y es que a priori cuesta llegar a entender por qué un ahorrador puede aceptar, o siquiera plantearse aceptar, este tipo de situaciones, algo que sin embargo se da y que es posible que veamos en nuestra economía pronto.

bonos

De hecho la última emisión de letras a seis meses caía desde el 0.200% hasta el 0.018%, jugando ya con la frontera del rendimiento negativo. Debemos tener en cuenta que estamos ante un hecho que se ha dado en cualquier caso en los mercados secundarios esta misma semana con Alemania colocando letras a 12 meses a un interés medio del -0.17%.

Lo curioso es que no haya un único escenario en el que puedan existir perfiles interesados en esta situación

El primero de ellos, tal vez el más técnico y obvio es el que se puede derivar de una situación de caída de precios, lo que, un IPC en tasa negativa hace que no sea desde luego descabellado, en esta situación, la rentabilidad de una inversión aún que posea un retorno negativo puede en términos reales acabar resultando positiva en comparación al descenso de los precios.

Es bastante evidente que este tipo de movimientos no son adecuados para el pequeño inversor, como tampoco lo es el hecho de adquirir estos bonos para posteriormente moverlos en el mercado secundario, buscando obtener rentabilidad. Supuestamente, por el propio comportamiento de la renta fija de aumento del precio ante la reducción de la rentabilidad (o viceversa) se puede generar una tendencia de compra a interés negativo, algo que perfectamente puede también ocurrir en nuestro país, con inversores agazapados esperando a la caída de las rentabilidades para sacar su parte de deuda adquirida en los mercados secundarios.

Bono Último (29/01)
Bono español 2 años 0,36%
Bono español 3 años 0,55%
Bono español 5 años 0,81%
Bono español 10 años 1,40%
Bono español 15 años 1,91%
Bono español 30 años 2,06%

La última de las opciones, la menos evidente al menos desde la perspectiva del inversor común, es la de la búsqueda de prestatarios de confianza para la colocación de ahorro, como un modelo de seguro de recuperación de los capitales aportados, ya ocurrió anteriormente en Europa, por ejemplo la deuda alemana en el año 2012 cuando esta situación derivó en pagar por colocar el dinero.

¿Y el pequeño inversor?

El inversor minorista es lógicamente el más perjudicado en este tipo de situaciones. Es muy complejo pensar en una ingeniería económica que rentabilice realmente un retorno negativo en el que, los beneficios sean tan difusos para pequeños capitales como la diferencia con el saldo final de los precios.

A todo esto hay que sumar por supuesto cuestiones como los gastos y comisiones, que ya de por sí apuntan a retornos mermados. En definitiva, si hay algún perfil al que no beneficia en absoluto un bono del 0% o menos es el del pequeño inversor.

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