Comienzo colegio

Nos aproximamos al inicio de las clases y es hora de empezar a concienciar a los niños de ellos. Es una tarea difícil, ya que muchos de ellos no quieren ni oir hablar del tema. Algunos padres suelen anticiparse al primer día de clases comenzando a generar los hábitos comunes a la época escolar, con el fin de acostumbrar a los chicos a ellos.


Sabemos de la resistencia de los niños a ello, y sobre todo en los más chicos que van por primera vez a la escuela. Hace un tiempo un estudio realizado en el Reino Unido por el Economic and Social Research Council puso de manifiesto que los niños no responden demasiado bien a la llegada al colegio, denotando altos niveles de estrés meses antes del comienzo de clases.

La investigación se centró en analizar los efectos sobre el temperamento infantil y los comportamientos de los niños para averiguar hasta qué punto resultaba estresante para ellos la experiencia de empezar el colegio. El análisis se efectuó sobre muestras de saliva recogidas por la mañana y por la tarde en fechas concretas a lo largo de toda la investigación: seis meses antes de empezar el colegio, dos semanas después de comenzar y seis meses más tarde de la segunda medición.

Los resultados demostraron que la presencia de cortisol o hidrocortisona, que es el esteroide segregado por la corteza suprarrenal humana más abundante en la sangre periférica, era mayor de lo que se esperaba en las mediciones realizadas en fechas comprendidas entre los tres y seis meses antes de que los niños empezaran a ir al colegio.

El nivel de cortisol se incrementaba al comienzo de la escuela, lo que indicaría que los niños sufren estrés en estas fechas, y se reducía significativamente seis meses después, una vez que los niños se habían adaptado ya al colegio.

También el estudio sirvió para relacionar la personalidad de los niños con su nivel de estrés en estos casos, así se reveló que los niños con una personalidad tímida o retraída parecen menos estresados ante este evento que sus compañeros más extrovertidos, que mostraron tener mayores niveles de cortisol y mantenerlos a lo largo de todo el día, posiblemente como consecuencia de su propio carácter.

Lo que más ha sorprendido a los investigadores es el hecho de que los niños estuvieran nerviosos por el comienzo del colegio meses antes de que éste empezara, lo que sugiere que empiezan a sentirse preocupados por el cambio mucho antes de lo que cabía esperar.

Es común que los padres intenten preparar a los niños sobre esta nueva etapa en sus vidas, los preparen sobre el colegio, los hábitos, los compañeros, las obligaciones que tendrán, etc, Todo esto genera preocupación en los padres sobre el bienestar de sus hijos ante esta nueva etapa y sin querer trasladan dicha preocupación a los mismos.

Las mediciones llevadas a cabo en último lugar, seis meses después del comienzo del colegio, demostraron por otro lado que los niños se adaptan bien al nuevo entorno en general, y que los niveles de cortisol en los menores más tímidos o retraídos eran mayores por la mañana que por la tarde.

Las informaciones recopiladas por los investigadores demostraron asimismo que la adaptación total al colegio dependía mucho del carácter de los menores. En el caso de los más extrovertidos, a medida que avanzaba el curso, su aislamiento social aumentaba durante los primeros seis meses de escuela, lo que se relaciona con sus altos niveles de cortisol constantes.

Por último, aunque uno de los factores de comportamiento analizados fue la capacidad académica, los resultados no señalaron ninguna relación entre los niveles de cortisol en la sangre y el rendimiento académico de los niños ni al inicio del curso ni durante los meses posterior.

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