Invertir en materias primas: tres herramientas de inversión

En plena escalada del precio del petróleo, y con un par de ejercicios en los que las materias primas, en general, se han comportado de manera interesante, resurge en muchos pequeños inversores la idea de cómo acercarse a una inversión algo más compleja que la de otros activos.

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En general, y salvo excepciones, por ejemplo, la compra de oro físico, la inversión en materias primas es compleja respecto a otros modelos de inversión.

Por ejemplo, si nos planteamos invertir en materias primas agrícolas, difícilmente podremos tener la capacidad de adquisición y almacenamiento de cosechas, por tanto, tener en propiedad los activos para especular sobre su evolución de manera directa, no es una opción viable para el inversor medio.

Esto no significa que no sea posible invertir en materias primas, y, de hecho, es un segmento muy interesante en la inversión, que muchos especialistas recomiendan incorporar a las carteras.

Repasamos tres herramientas a tener en cuenta si se quiere comenzar a invertir en materias primas.

Fondos indexados en materias primas

Probablemente, para el inversor que se acerca por primera vez a las materias primas esta sea la opción más interesante.

Los fondos indexados son fondos temáticos, que invierten en segmentos y áreas muy concretas. De este modo vamos a encontrar desde ETF que invierten en materias primas agrícolas con carácter general, hasta fondos indexados especializados en, por ejemplo, cacao.

Por tanto, permiten una especialización al gusto del propio inversor. A esto hay que sumar que tienen una media de costes sensiblemente inferior a la de los fondos de inversión de gestión activa.

Por tanto, son una buena manera de acercarse a las materias primas.

Acciones de compañías relacionadas con las materias primas

Este modelo de inversión aumentaría el grado de complejidad. Esto significa que, debe ser el propio inversor quien elige los activos en los que participar.

Un buen ejemplo, puede ser cuando se compran acciones de compañías del sector petrolífero. O, de grandes compañías relacionadas con el oro.

Aunque es un modelo de inversión más complejo, hoy en día la compra de acciones al contado es relativamente sencilla, y, además se puede hacer desde aportaciones no excesivamente elevadas.

No es un modelo para inversores con poca experiencia, pero podría ser un paso adelante en aquellas personas que quieren profundizar en las fórmulas de inversión en materia prima.

Invertir en materias primas con derivados

En las materias primas la inversión con derivados, sobre todo futuros y CFD, es muy frecuente. Sin embargo, en esta escala de dificultad a la hora de invertir en materia prima, probablemente sería el modelo más complejo y de mayor riesgo.

La inversión en futuros requiere un conocimiento importante del mercado, de las operativas y un conocimiento inversor que difícilmente tienen las personas con poca experiencia. Por otro lado, los CFD son una herramienta especulativa que, si bien, puede proporcionar gran de rendimientos, también proporciona grandes pérdidas.

Probablemente este sería el modelo más complicado a la hora de que alguien con poca experiencia se plantee comenzar a invertir en materia prima, de hecho, no sería en absoluto recomendable comenzar por aquí.

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