Si inviertes en el S&P 500, ya sabes lo que pasa cada tres meses: llegan los dividendos y, con ellos, toca rendir cuentas a Hacienda. Pero ahora hay una alternativa interesante para quienes quieren mantener su inversión sin tener que pagar impuestos trimestre tras trimestre. Roundhill ha lanzado un nuevo fondo cotizado, el XDIV, que replica el comportamiento del S&P 500 sin repartir dividendos. ¿Cómo lo consigue? Vendiendo los valores justo antes de que se generen los pagos.

Evitar los dividendos también es estrategia
Aunque pueda sonar raro, tiene todo el sentido si lo miras desde el punto de vista fiscal. En lugar de cobrar dividendos y tributar por ellos, este fondo evita recibirlos y busca capturar la revalorización de los activos, que solo tributa cuando vendes. Así, tú decides cuándo asumir el coste fiscal, y no el calendario del mercado.
Además, el fondo arranca con una comisión de gestión muy baja, un 0,0849 %, lo que lo hace aún más atractivo para quienes invierten a largo plazo y no quieren complicaciones. Su lanzamiento está previsto para el 10 de julio, y no viene solo: otras gestoras están preparando productos similares, viendo el tirón que puede tener este modelo.
Más eficiencia fiscal, pero no para todo el mundo
El planteamiento es bueno, pero no es para cualquier perfil. Si te interesa cobrar dividendos para tener ingresos periódicos, este fondo no te va a encajar. Aquí el objetivo es acumular capital sin interrupciones, y dejar que el tiempo y el mercado hagan su trabajo.
Sí resulta interesante para quienes:
- Quieren reducir su carga fiscal durante el año.
- Buscan eficiencia en carteras grandes o a largo plazo.
- Prefieren tener control sobre cuándo vender y tributar.
Eso sí, el fondo tiene una rotación algo mayor de lo habitual, ya que debe vender antes de cada fecha ex-dividendo. Esto puede generar algunos costes operativos, aunque la gestora asegura que los tiene controlados.
Qué significa esto para el mundo de los ETF
Más allá de este caso concreto, lo que vemos es que el mercado de ETF está empezando a adaptarse a nuevas necesidades. Ya no se trata solo de replicar índices y mantener comisiones bajas. Ahora también se busca optimizar la fiscalidad y ofrecer soluciones más personalizadas. La tendencia va clara: más productos, más sofisticados y con más control para el inversor.
Y esto se une a otra corriente que está ganando fuerza: los ETF activos. En lo que llevamos de año ya se están lanzando más fondos con gestión activa que pasiva. ¿La razón? La volatilidad, que hace que muchos inversores prefieran tener a alguien tomando decisiones por ellos en lugar de seguir ciegamente un índice.
El S&P 500, por ejemplo, sube en lo que va de 2025 un 5,4 %. No está mal, pero tampoco deslumbra. Por eso muchos miran hacia fórmulas como esta, que permiten afinar la estrategia sin perder la esencia de la inversión pasiva.
Este nuevo ETF sin dividendos es una muestra más de cómo el mundo de la inversión está evolucionando. Y si sabes cómo aprovecharlo, puede ser una herramienta útil para hacer crecer tu dinero con menos sobresaltos fiscales.