En virtud de los vientos de cambios que existen en la actualidad gracias a la nueva directiva europea MIFID, la entidad regulatoria del sector financiero español ha cambiado anteriores posturas para defender definitivamente al pequeño ahorrista.
En esta oportunidad, el Banco de España ha frenado la aspiración de las entidades financieras de hacer recaer en los consumidores toda la culpa en los casos de fraudes electrónicos de la banca por internet. Con gran atino, ha considerado que los bancos son corresponsables de esas estafas con el argumento simple y efectivo que el cliente perjudicado utiliza el canal electrónico muchas veces por iniciativa de los propios bancos.
Este cambio de criterio del organismo, desde la anterior postura de precaución (en la realidad, se “lavaba las manos”) hacia esta toma de posición del lado de los clientes bancarios, responde además del cumplimiento de las nuevas normas MIFID, al aumento de los casos reclamados y a las argumentaciones de los clientes, quienes manifestaban tomar todos los recaudos necesarios para no hacer uso indebido de las claves de acceso.
Realmente una muy buena noticia, nos hace pensar que finalmente se están acordando de los que realmente mantienen todo el sistema financiero español: los consumidores.