Préstamos personales

 

Con la próxima llegada del verano, muchas economías familiares comienzan a temblar. La época resulta propicia para las tentaciones, salidas, paseos, vacaciones, celebraciones familiares y muchas otras ocasiones de gozo, pero de gastos extra.

Es por ello, que en esta época es cuando empezamos a pensar que tal vez sea necesario recurrir a un préstamo personal para cubrir estos imprevistos. Esto es así dado, que los préstamos personales, nos brindan la financiación necesaria para afrontar un gasto extra en un momento puntual, y lo hacen de forma rápida y sencilla.

Los préstamos personales suelen tener un plazo de devolución relativamente corto, que como máximo suele ubicarse entre los 5 y los 8 años. Incluso, hay algunos préstamos cuyos plazos de devolución apenas alcanzan los 12 meses.

El tipo de interés de este tipo de opciones suele ser bastante más elevado que el que se aplica en el caso de las hipotecas. La mayoría de las ofertas se ubican entre un 7% y un 10% TAE.

En este tipo de créditos también conviene vigilar las comisiones que las entidades cobran vinculadas a los mismos. Entre las comisiones más comunes que resultan aplicables podemos encontrar:

  • Comisión de estudio
  • Comisión de apertura
  • Comisión por cancelación anticipada

La comisión de estudio, justamente resulta aplicable al coste que la entidad considera que debe cobrar por el análisis de la documentación aportada por el cliente, al analizar la viabilidad del préstamo.

La comisión por apertura, en principio correspondería al importe que se paga al banco al contratar un préstamo, supuestamente en contraprestación a los gastos de estudio y gestión que conlleva su apertura.

La Comisión por cancelación anticipada, no la cobran todos los bancos, en este tipo de préstamos, dado que consiste en una penalización encubierta, al adelantar cuotas o cancelar en forma anticipada el préstamo solicitado.

Sin duda, la alternativa de contratar un préstamo personal resulta mucho más económica, que la de financiar la compra mediante la tarjeta de crédito en su modalidad de pago aplazado. La utilización de dinero a crédito en este tipo de operaciones suele implicar un interés del 2 al 3% mensual, sin duda muchísimo más elevado que los tipos aplicables a los créditos.

Asimismo, la financiación bancaria, también constituye un medio de obtener el préstamo más barato que si se recurre a una financiera. Estas entidades suelen otorgar préstamos personales de bajo importe, normalmente no más de 3.000 euros, pero le aplican un tipo de interés muy superior al autorizado a bancos y cajas. Se estima que el tipo que aplican las financieras ronda en el 20% nominal anual, acompañado además por varias comisiones y gastos adicionales.

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