Son muchos los que afirman rotundamente que sin ningún lugar a dudas, el Ayuntamiento de Madrid ha sido el principal responsable del aumento de la deuda pública municipal en el primer trimestre del año, haciendo referencia a los datos publicados por el Banco de España.
Las publicaciones realizadas establecen que la capital de España ha aumentado su deuda en 555 millones en solo tres meses y de esta manera la deuda vuelve a superar el listón de los 7.000 millones después de haber bajado de ese nivel en el cuarto trimestre del año 2010.
La deuda del ayuntamiento de Madrid se ubica hoy en día en cifras récord inimaginable en otras etapas de la historia. Si el conjunto de ayuntamientos de España tienen una deuda financiera de 26.000 millones de euros, pero sólo el ayuntamiento de Madrid es el responsable de un 25% de esta cifra, nada más y nada menos que 6.600 millones de euros lo cual es sin ningún lugar a dudas una cifra muy alarmante para la ciudadanía española y para el resto del mundo también.
De esta situación se desprende claramente y en forma absoluta que esta deuda financiera es una carga insoportable para el ayuntamiento, ya que no es posible que con una capacidad recaudatoria similar a la de otros ayuntamientos grandes como Barcelona (770 millones de deuda) deba casi 10 veces más dinero. Realmente la preocupación ante esta situación aumenta conforme pasan los días y se sigue aun empeorando la situación.
Muchos se preguntan ¿cómo ha sido posible alcanzar estos umbrales y por sobre todo cómo es que hemos llegado a este punto? Sin dudas es que está muy claro de dónde procede este lastre: la obra de enterramiento de la M30. Una autopista que pertenecía al Estado y que este cedió al ayuntamiento para que acometiera la obra, sin ningún tipo de financiación y bajo un supuesto ridículo de que la autopista era una calle (por estar rodeada de zonas urbanizadas). A pesar de que fueron los muchos lo que en su oportunidad aprobaron eufóricamente la obra.
Todos estos factores previamente analizados nos conducen al punto en que los ayuntamientos exigen un nuevo modelo de financiación. Pero el problema es que, como el de Madrid, son actualmente muchos ayuntamientos se han metido donde no les corresponde participar en términos genéricos se han endeudado y ahora reclaman dinero para solucionar la tan complicada situación en la que se ven comprometidos.
Y es que, indudablemente las cosas hay que hacerlas necesariamente en el orden opuesto al que en forma tradicional lo han hecho: primero se piden competencias con dinero y luego se asumen dichas competencias. Porque de lo contrario pasa como en Madrid. Que la deuda aumenta y los ciudadanos pagamos las consecuencias: pérdida de servicios a los que los ayuntamientos sí que tienen que atender, pagar intereses por préstamos que no hubiera sido tan grande si el Estado o la Comunidad Autónoma la hubiera realizado, duplicidad en las tareas que realizan las administraciones, etc.
http://youtu.be/I_GdGF2N-n4