Dentro de las diferentes fórmulas de inversión alrededor de las criptomonedas el arbitraje es una de las que ha destacado en los últimos años. Y lo echo tanto para bien, según quien la defiende, como para mal según algunos resultados catastróficos y algunas estafas y fraudes.
Vaya por delante que el arbitraje de criptomonedas, como acción de especulación buscando rentabilidad en los mercados de activos digitales es perfectamente legal. No se trata de una práctica ilegal en absoluto. El problema es que, alrededor de esta fórmula de inversión, como veremos, han surgido algunas estafas y fraudes que han empañado la imagen de este modelo de inversión en criptomonedas.
Que es el arbitraje de criptomonedas
Realmente se trata de un concepto muy sencillo: comprar una criptomoneda en una plataforma de intercambio a un precio y venderla en otra plataforma de intercambio a un precio superior.
Esto es posible debido a que las plataformas de intercambio no mantienen los mismos precios de referencia a tiempo real entre sí. Por tanto, efectivamente, es posible que una plataforma con mayor liquidez pueda tener un precio más barato en un momento concreto, que otra plataforma.
Comprar en la plataforma más barata y vender en minutos en la plataforma más cara otorga una diferencia la operación, y ese es el beneficio del arbitraje de criptomonedas. Por tanto, nada nuevo, una operación financiera tradicional de comprar y vender un activo buscando adquirirlo a un mejor precio y venderlo a otro superior. Algo que, además, en un mercado tan volátil como el de las criptomonedas, donde el valor se puede modificar en minutos y generalmente va a depender en gran medida de la oferta y demanda, adquiere todavía más sentido.
Por qué es difícil el arbitraje de criptomonedas
A pesar de que puede parecer algo sencillo, realmente no lo es. Se trata de operaciones que deben realizarse generalmente en poco tiempo. Por lo tanto, se tiene que tener un conocimiento amplio del mercado, de las plataformas, de la evolución de los activos y asumir el riesgo de que en la transacción se pueda perder la ventaja que teníamos en el momento de adquirir el activo.
Hay que recordar que, aunque se trata de transacciones rápidas, desde que adquirimos una criptomoneda hasta que esta se encuentra en nuestro monedero y estamos en disposición de volverla a vender, pasan tiempo, breve, en algunos casos segundos, en otros minutos, pero este tiempo también debe ser tenido en cuenta como un factor de dificultad añadida.
Por qué está teniendo mala fama el arbitraje de criptomonedas
Desafortunadamente, en los últimos años, las estafas y fraudes sobre la inversión en criptomonedas se ha multiplicado de manera exponencial. Esto no es una sorpresa, pero está en el origen de una mala imagen sobre operaciones como el arbitraje de criptomonedas.
Esta mala imagen viene dada por las estafas y fraudes que se han generado. Estos fraudes suelen tener un patrón muy similar: una plataforma que se ofrece como intermediaria para realizar las operaciones de arbitraje por el usuario. Generalmente, afirman tener robots infalibles capaces de proporcionar rentabilidades multimillonarias. Aunque existen algunas estafas más sofisticadas, de hecho, alguna de ellas casi indetectable, lo cierto es que la gran mayoría de fraudes son fácilmente detectables. Se basan en esquemas piramidales en el mejor de los casos, cuando no directamente en plataformas coronadas que sólo buscan recaudar unos cientos de euros de personas incautadas antes de volver a cambiar de dirección.