Por qué necesitas un presupuesto personal

Una de las preguntas más habituales que alguien que no consigue poner sus finanzas en orden se hace sobre alguien que si consiguen poner sus finanzas en orden es ¿por qué yo no puedo hacer lo mismo? Aunque pueden existir múltiples respuestas, es bastante probable, que la persona que tiene sus finanzas en orden se rija por un presupuesto y la otra persona no.

¿Qué es un presupuesto?
¿Te imaginas una empresa en la que no existiera control de gasto? ¿Dónde no se estableciera una relación entre lo que se gasta en lo que se ingresa? No. Es imposible. Pues, del mismo modo, debería funcionar tu economía personal. El núcleo de todo esto se encuentra en el presupuesto.
Un presupuesto es una herramienta con la que vamos a ser capaces de determinar nuestro estado financiero de un solo vistazo. Pero, además, con la que vamos a poder distinguir las áreas económicas en las que gestionamos mejor o peor nuestras finanzas.
No es necesario que un presupuesto sea complejo o tenga grandes operaciones, como verás a continuación, es realmente simple (en su versión básica)
Cómo se hace un presupuesto
Antes de hacer el presupuesto debes tomar una determinación, ser honesto en las respuestas. No va a servir de nada si preparas un presupuesto y lo hace sobre una base no realista. Por tanto, no tengas prisa, tomate tu tiempo y prepara el presupuesto de la manera más adecuada.
En Internet más encontrar múltiples plantillas para ello, pero, en general todas van a tener una serie de características principales:
Apartado de ingresos
Aquí consignarás tus ingresos regulares y también los ocasionales. Ten en cuenta que un presupuesto es algo vivo, que debes ir modificando a medida que tu economía también se modifica. Por tanto, puedes incorporar los ingresos ocasionales de manera directa modificando el presupuesto cuando esto ocurra o colocándolos en positivo en el apartado de imprevistos.
Apartado de gastos
Este es el más importante y complejo, porque me exige que te fuerces y que las respuestas sean realmente realistas. Una división óptima de los gastos en un primer presupuesto es la siguiente:
• Gastos fijos: donde consignas los gastos fijos, incluyendo vivienda, suministros, alimentación, etc.
• Gastos variables: dónde incluyes gastos destinados a ocio, consumo, etc.
Es importante realizar una revisión a fondo de cada uno de los apartados que componen las dos categorías. Por ejemplo, si estás revisando el coste de tu hipoteca, deberías valorar la posibilidad de mejorarla, si existen otras opciones de mercado. Lo mismo con la cesta de la compra, con las ofertas de suministros, etc.
En el apartado de gastos variables, es donde probablemente más esfuerzo tendrás que hacer ya que, una de las partes importantes de un presupuesto es minimizar el gasto excesivo y poder, de este modo, optimizar la economía personal y dedicar dinero al ahorro o la inversión. Aquí, es donde, probablemente encuentres gastos por encima de lo que te esperas y en los que deberías hacer un esfuerzo de control y reducción.

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