Las criptomonedas se encuentran en un momento en el que podemos considerar que son casi imparables, hasta el punto de que ya es posible utilizarlas a través de tarjetas para poder realizar compras, como si de una moneda convencional se tratase.
Esto se debe a que las empresas más influyentes actualmente en el mercado, siendo conscientes del claro potencial del que disponen las criptomonedas, han decidido dar un paso más y comenzar a darles salida más allá de internet. De manera que puedan adentrarse poco a poco en el mercado como una moneda de cambio más.
Claramente no se trata de un camino fácil, a pesar de la repercusión tan importante que las cripto tienen a día de hoy, todavía les es imposible superar el método de pago convencional. No obstante, los expertos afirman que, si su trayectoria continúa siendo así de favorable, van a convertirse en un adversario muy peligroso para el método de banca que hemos conocido hasta ahora.
Gracias a esta visión de futuro que muchas empresas tienen, se están llevando a cabo la creación de tarjetas, cuya finalidad es prácticamente la misma que la de las tarjetas convencionales. A través de ellas, vamos a poder convertir las criptomonedas a la moneda tradicional que más nos convenga en cada momento, una opción tremendamente atractiva para muchos usuarios.
Además, para poder manejarlas cómodamente, sólo necesitamos disponer de un smartphone, a través del cual podremos manejar nuestras cuentas y realizar las conversiones de dinero que necesitemos en cada momento. La aplicación también dispone de una serie de wallets, que nos permitirán almacenar divisas de todo tipo.
Cómo se usan las tarjetas para criptomonedas
Es normal que al tratarse de algo tan nuevo, la gente lo rechace al pensar que es más complicado de utilizar, pero esto realmente no es así. De hecho, cualquier comercio en el que deseemos comprar y que disponga del pago con tarjeta, se encuentra obligado a aceptar el cobro mediante este nuevo plástico.
Dependiendo del lugar en el que nos encontremos o la moneda que deseemos utilizar para pagar, no necesitaremos más que coger nuestro teléfono y realizar el cambio de moneda, y de forma completamente automática, dicho cambio se realizará a nuestra tarjeta y podremos realizar el pago deseado rápidamente.
Al tratarse de una herramienta nueva y poco conocida, lo mejor que podemos hacer es informarnos bien acerca de la entidad financiera que nos la ofrece, de forma que no nos llevemos a engaños ni a contratos poco favorecedores para nosotros. Por supuesto, es muy importante tener en cuenta que el banco que escojamos va a manejar todos nuestros datos personales, y por supuesto será el encargado de realizar las conversiones de dinero que necesitemos.
Es muy importante que la entidad se encuentre regulada en todo momento por la directiva del país en el que vivamos, para que nuestro dinero se encuentre protegido y supervisado en todo momento.
Ante todo, debemos ser conscientes de que para contratar una tarjeta de estas características basta con facilitar a la empresa o entidad bancaria cierto tipo de información personal. Si vemos que demandan el acceso a información que nos resulta sospechosa, debemos comunicarlo inmediatamente a las autoridades pertinentes, y no continuar con la operación, ya que es muy posible que se trate de una estafa.