Shitcoins o cuándo los activos sin valor llenan en el mercado

A nada que hayas prestado atención al mercado de criptomonedas, seguro que has escuchado hablar de las Shitcoins. Y, efectivamente, es un fenómeno que merece la pena tener en cuenta ya que, es un segmento creciente dentro de los activos digitales.

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Vamos a tratar de acercarnos a las Shitcoins o trashcoins como también se las conoce, y aportar información que pueda ayudarte a distinguirlas, y saber si son o no son interesantes para tu cartera de inversiones.

Qué son las Shitcoins

Como su propio nombre indica, se trata de una forma despectiva de llamar a criptomonedas a las que se considera que no tienen valor, no tienen relevancia, y probablemente, no vayan a significar nada en el mercado, excepto, en el peor de los casos, problemas.

Hay que tener en cuenta, como veremos más adelante, que esto no deja de tener ciertas polémicas ya que, los propios activos digitales, por ser aún un mercado tan nuevo y complejo, no marcan ciertamente las líneas de lo que hoy puede funcionar o de lo que mañana será un fracaso. Esto hace, como veremos, que algunas criptomonedas que parecían ridículas en principio, hayan logrado cierta notoriedad.

Qué tipos de criptomonedas basura existen

La evolución del término de monedas basura ha sido amplia. De hecho, si analizamos los escasos 12 años del mercado de criptomonedas, vemos como muy al comienzo, cuando surge el concepto, se aplicaba prácticamente a cualquier criptomoneda que no fuera Bitcoin. Sin embargo, la evolución ha ido desarrollando tres grandes grupos a los que se suele asociar este tipo de activos:

Criptomonedas de prueba o experimentos: hoy en día es realmente sencillo crear un token a partir de redes como Ethereum. Estamos hablando de que en una tarde y con poco más de 60 € es posible crear un activo digital. Otra cosa es el valor que estos activos digitales tienen o la credibilidad. Generalmente son herramientas de prueba, experimentos, y acaban muertos antes siquiera de ver el mercado. Sin embargo, existen y están en el universo de los activos digitales.

Fracasos: son los menos, pero existen, y, además algunos sonados. Se trata de proyectos de criptomonedas que por un motivo u otro no han logrado obtener el impacto que esperaban, ni en la comunidad ni en sus desarrollos tecnológicos. Suelen quedar en el mercado con cotizaciones muy bajas, residuales y en algunos casos altamente especulativas.

Fraudes: desafortunadamente este segmento ha crecido de manera considerable. Se trata de proyectos falsos, en muchos casos con fórmulas de desarrollo calcadas o copia de otros proyectos, y que, en la mayoría de ocasiones, ni se concretan ya que buscan solamente obtener rendimiento a través de las ofertas iniciales de criptomonedas o ICOS. No obstante, también existen algunos casos de activos digitales vinculados a estafas piramidales. Es, probablemente, el entorno de mayor peligro de las criptomonedas basura.

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